Vale la pena recordar que en América latina los primeros debates presidenciales se dieron en Venezuela y Brasil en la década de los años 60,  llegando a los demás países de la región en tiempos posteriores.

En algunos países la ley hace obligatorio la organización de un debate presidencial, como una forma de asegurar a los electores el derecho de estar informados, para tomar decisiones por convicción.

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¿Qué es un debate?

Los debates son exámenes orales que rinden los candidatos presidenciales en los medios de comunicación, por lo general en la televisión, ante los electores.

Así como a un abogado o a un médico no se le va exigir conocer todos los artículos del ordenamiento jurídico o todo el vademécum de las enfermedades respectivamente, un candidato presidencial debe en estos espacios tener liderazgo y demostrar conocimientos de la política pública.

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Las respuestas y controversias de un debate proveen información del dominio, conocimiento y postura frente a diversos temas que hacen o harán parte de la agenda de gobierno de un país.

El frecuente y desgastado uso de los "ismos" en política

En las democracias americanas es común caer en los “ismos” en la política.

Actualmente en Colombia figuras individuales buscan aglutinar personas en corrientes como el Petrismo o Rodolfismo, y el trillado Uribismo.

Es simplemente tomar el nombre del candidato y crear en torno a su figura una estructura radical sin una ideología fuerte e identificable más allá de su personalidad.

Efectos del debate "ad portas" de elección final

Un debate presidencial difícilmente puede hacer cambiar de parecer al elector que sigue alguno de los ismos en la actual campaña presidencial.

Pero si es importante llegar al ciudadano que no ejerció su derecho y deber al voto en la pasada primera vuelta presidencial.

Allí puede estar el grupo poblacional que un candidato con un gran desempeño en un escenario de debate presidencial pueda llegar a convencer.

Es una oportunidad de demostrar fortalezas y debilidades, capacidades de orador y competencias en dirección y gestión.

No un obstáculo para los candidatos de cumplir el artículo 40 de la Constitución Política, y permitir a los electores la participación en la conformación, ejercicio y control del poder político, y así conocer por medio del debate de ideas sus programas de Gobierno y posturas sobre temas de interés general para el pueblo colombiano.

¡¡¡Un debate tiene el efecto bumerang, devuelve lo positivo y lo negativo, fortalece o debilita una candidatura política!!!

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Fuentes:

- https://www.cippec.org/textual/que-podemos-esperar-de-los-debates-presidenciales/

- https://jovencuba.com/los-ismos/