Las “Barreras” de la sociedad afroamericana

El racismo y la xenofobia presente en todo el mundo, la dificultad para hacer parte, realmente incluyente, de una sociedad productiva dentro del macro modelo capitalista, el clasismo excluyente... ¡Solo Barreras!

Fuentes imágenes: pexels.com & masdearte.com     Composición gráfica: @N3LSONSANDOVAL
Fuentes imágenes: pexels.com & masdearte.com Composición gráfica: @N3LSONSANDOVAL

Recientemente subida a la plataforma de Netflix, Denzel Washington nos viene una vez más en la piel del oprimido, pero a la vez sobreviviente Troy Maxson, un veterano de la Segunda Guerra Mundial, ahora un simple empleado de la empresa de recolección de residuos que lucha para vivir (sobrevivir) el día a día, tanto él como para la familia que debe mantener.

Al interior de "Barreras", del afro americanismo

Monótona, filmada en un solo plano, perfectamente ambientada y con vestuario sobresaliente, el filme Barreras podría calificarse como la representación clara de la década del cincuenta en los Estados Unidos, caracterizada por la segregación racial.

El maltrato hacia la gente negra ya sea por el color de su piel, hábitos y costumbres, desembocando en las pésimas condiciones laborales que les tocaba tener, el bajo salario que les tocaba recibir, contrario a los blancos -que ganaban el doble, si no era que el triple-, la discriminación de parte del patrón, incluso de los subordinados, que en cada bar y/o lugar al que fueran debían sentarse, comer, asearse en el sitio destinado “para la gente de color”; de lo contrario no los atendían, hasta los echaban a la calle por la fuerza.

Fundamentalmente, la represión de parte del cuerpo policial, al que se le atribuye un número indeterminado de bajas.

El elenco de Barreras

Otro dato fundamental, el elenco de la producción se encuentra conformado por gente negra. Estelarizando Denzel Washington, un bien distinguido Stephen McKinley Henderson, y una sensacional, esbelta y multipremiada Viola Davis.

Seguro los fanáticos de la serie Tabú de Ridley Scott recordarán el fragmento del abogado George Chichester cuando comenta: “Pero qué logro extraordinario, caballeros. Pensar que las pirámides, el gran Valle de los Reyes y la Esfinge fueron creados por hombres con la piel casi tan oscura como la mía.

Casi desafía toda su…nuestra percepción de la naturaleza. Ojalá hubiera visto esas maravillas sin el beneficio de cadenas en los brazos y en las piernas”.

Trama con tintes de una gran realidad

En el caso de Maxson (protagonista de Barreras), cuya vida fue “un auténtico infierno desde muy corta edad”,  juega un papel sustancial en cuanto al rol de la sociedad afroamericana del momento.

Mucho antes de la Guerra de Vietnam, antes de la carrera espacial impulsada por la competencia entre los Estados Unidos y la Rusia soviética; poco antes de la aparición del personaje de Martin Luther King Jr., sin el cual hoy en día no se reconocerían los derechos afroamericanos, se puso de manifiesto la idea de un hombre que de niño sufrió maltratos de parte del padre, que con solo catorce años lo obligaron a irse de casa y valerse por su cuenta; solo para enterarse, más adelante, de que las cosas no iban mejor fuera del contexto en que le tocó vivir su corta, tempranamente ida infancia.

Pasando a otro momento de su vida en el que tuvo que robar para sobrevivir, un cuarto de siglo mirando cuatro paredes, conociendo a Bono, quien más tarde sería su compañero de trabajo y hombre de confianza, a quien sería su esposa con la que tendría dos hijos -aunque con una idea vaga de lo que es el amor-; habiendo deseado ser beisbolista, lo cual no pudo ser ya que el entrenador (sin importar cuan talentoso fuere) no lo dejó probarse por tratarse de una persona negra, al grado de ser llamado a enlistarse en el regimiento para enfrentar a los nazis, más tarde a los japoneses.

Si bien nunca se podrá entender la gravedad de lo que acontece -puede que ni el mismo Maxson se haya dado cuenta- otra de las tantas cosas que deja relucir el personaje de Washington -nominado por The New York Times como el “actor del siglo XXI”- es que todo cuanto tuvo que soportar le ha dejado con un carácter resiliente, carente de todo sentido en cuanto al miedo a la muerte, o a quedarse una vez más sin un centavo en los bolsillos, un sitio en el cual dormir, sin medios para vivir; la escena en la que saca su cabeza por la ventana en una noche lluviosa, gritando hacia arriba: “Ven por mí, Sr. Muerte, que no te tengo miedo. Soportaré un día más, pero hasta que mi hora llegue mantente del otro lado de la cerca que construí…No te tengo miedo, ven por mí cuando quieras, pero hasta entonces mantente del otro lado”, le da su carácter de autodefinición, sumándose a la larga lista de papeles clásicos del intérprete de Robert McCall en la saga de El Justiciero, John Creasy en Hombre en Llamas, o el mafioso Frank Lucas en Gánster Americano.

La xenofobia y el racismo están presentes y evidentes desde Alaska hasta la Patagonia, desde el Imperio del Sol Naciente hasta la Isla de Pascua... son los prejucios de la super civilización del siglo XXI... "la explotación del hombre por el hombre", ¿O la destrucción?

Fuentes:

https://masdearte.com/fuera-de-menu/fences-ejercicios-de-paciencia/

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