Estaba arrancando el nuevo milenio, el siglo XXI, con todos los avances e ilusiones por la vanguardia tecnológica y la boyante economía norteamericana con Nueva York como epicentro de la misma y sus símbolos arquitectónicos reconocidos mundialmente: Las emblemáticas torres gemelas. Nadie podía imaginar -¿y prever?- los indiscriminados ataques que se presentaron el día martes 11 de septiembre de 2001.

Ese nefasto día, criminales ataques dejaron 2996 personas fallecidas e incalculables daños materiales, y fueron uno de los argumentos para invadir Afganistán por parte de los Estados Unidos e iniciar una guerra sin cuartel contra los presuntos responsables de los ataques terroristas: Al Qaeda liderada por Osama Bin Laden y los talibanes.

El trágico 11-S del 2001

En territorio americano cuatro aviones fueron secuestrados por 19 personajes en su mayoría de nacionalidad Saudí con la firme intención de estrellarlos contra infraestructuras emblemáticas y estratégicas de los Estados Unidos, lo cuál desafortunadamente se dio: Fueron estrellados dos aviones contra las torres gemelas de Nueva York -centro y símbolo del poderío económico- y una tercera nave contra el pentágono, el cuarto avión no cumplió su cometido inicial y cayo sobre un campo en Pensilvania.

George W. Bush lanzó su guerra contra el terrorismo y depuso el régimen Talibán que ostentaba el poder en Afganistán con una invasión que se prolongó por largos veinte años, impactando directamente con la disminución, pero no eliminación,  de los yihadistas de Al Qaeda y el Estado Islámico.

Años después ¿Qué ha cambiado?

Todos los 11 de septiembre se conmemora esta tragedia, un hecho que sacudió al mundo entero y de inmediato cambió -y radicalizó- por completo las políticas de seguridad a nivel mundial; implementación de severas regulaciones militares y civiles para ciudadanos de ciertas nacionalidades, que raya en la discriminación; desarrollos tecnológicos aplicados a la guerra, como los drones militares; migraciones y desplazamiento de población civil por los conflictos armados; crisis económicas en las regiones desatadas por las constantes amenazas de las fuerzas terroristas y de sus contras; daños físicos y psicológicos en víctimas directas y las personas de su núcleo familiar; estos e innumerables más daños colaterales son consecuencia de las olas terroristas del nefasto 11-S.

Todo lo que la humanidad no quiere ver, ni mucho menos vivir y repetir es lo que aconteció el trágico martes 11 de septiembre de 2001: La destrucción del hombre por el hombre en cobardes ataques a la inocente población civil.

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Fuentes:

- BBC News: https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-58357236

- MARCA Claro: https://co.marca.com/claro/trending/2021/09/11/613bdfe2ca47415a478b462f.html